La Biodiversidad y su origen
Se cree que hasta el momento solo se ha
descubierto el 10% de las especies que habitan la tierra. En la actualidad el
hombre se reconoce como una especie más de las millones que la habitan.
La especie humana vive en íntima relación con
su ambiente, lo modifica y obtiene de él recursos que
requiere para vivir. A partir de ellos obtiene el alimento y otros
materiales que necesita y además identifica aquello que pueden representarle un
peligro.
Las especies no eran las mismas en todas partes,
las diferentes culturas desarrollaron métodos de reconocimiento y clasificación
de plantas y animales. La diversidad de seres vivos o biodiversidad, la
existencia de restos fósiles y la distribución particular de las especies son
"hechos" que pueden ser observados.
Las primeras
respuestas sobre el origen de los seres vivos estuvieron inspiradas en textos
religiosos o en pensamientos mágicos. Todas las culturas de los pueblos
originarios poseían un dios o entidad al cual adjudicaban la creación de la
tierra y de los seres vivos, postura conocida como creacionismo. La biblia, el libro que contiene la palabra de Dios
para los judíos y cristianos, incluye el Génesis, un texto en el que se relata
como Dios creó todas las plantas y todos los animales en 6 días.
Lo que caracteriza a este tipo de
explicaciones es su carácter dogmático, es decir, son aceptadas sin
cuestionamientos. Las explicaciones científicas, en cambio, requieren ser
puestas a prueba. La biología es una ciencia joven, estudia y analiza los
hechos en los cuales están involucrados los seres vivos y propone
explicaciones contrastables.
Veamos como continuó la historia…
II.
Las explicaciones cambian y los seres vivos,
también...
Concluida la edad media, lo más
parecido a un biólogo moderno era un naturalista. Estos eran
personas formadas en medicina y con conocimientos de botánica. Viajaban a
diferentes lugares donde pasaban años recolectando especímenes que luego
enviaban a los museos para ser descritos por especialistas. Su tarea estaba
dedicaba a descubrir y recolectar nuevas especies. La mayoría de ellos era
creacionistas, es decir que aceptaban el relato bíblico de la creación.
También se creía que
los seres vivos, una vez creados, no cambiaban sino que se mantenían iguales
(fijos). Esa corriente de pensamiento fue conocida como fijismo. Ambas ideas iban de la mano:
los creacionistas también eran fijistas. Pero a partir del siglo XVIII algunos
hechos observados resultaron ser evidencia que hacían dudar del relato
cracionista/fijista.
Las primeras ideas de
cambio postulaban que la creación solo había producido el origen de las
especies y que, una vez creadas, si podían cambiar. Estas dejaban de lado al
fijismo y proponían que los organismos se transformaban desde formas
"inferiores" a "superiores", es decir que el cambio estaba
íntimamente ligado a la idea de "progreso". Los organismos
unicelulares se habrían transformado en pluricelulares sencillos y luego estos,
en pluricelulares cada vez más complejos. La transformación más compleja y
perfecta era la que había originado la especie humana. Si bien el transformismo fue un avance frente
al fijismo, no planteaba relaciones entre la evolución de diferentes especies.
A partir de mediados del siglo XIX
el evolucionismo se
impuso como una nueva corriente de pensamiento que proponía que las
especies cambiaban a lo largo del tiempo pero a partir de un origen común.
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